Aplicación de la primera capa de revoco, que se deja rugosa con la utilización del fratás para facilitar la unión con la segunda. Bajo esta capa se encuentra lo que se denomina enfoscado ( que en el ejemplo no está adherido a muro), una mezcla de cemento gris y arena de rió gorda y fina en proporciones de 2 medidas de arena gorda, una de arena fina y 2 de cemento gris.
Vista de las dos capas de revoco. Lo más importante de este proceso es conseguir la mayor planitud en las capas, que estas sean paralelas entre sí y con el enfoscado y un grosor regular en toda la superficie.
Una vez que ha endurecido la segunda capa, pero que
aún no ha secado del todo, se rasca o esgrafía sobre su superficie
para descubrir partes de la primera capa y realizar un dibujo en dos
tonos.
Los Materiales:
La cal se obtiene por la descomposición de rocas
calizas (mármol, alabastro cálcico...) a través del calor. Para
esto se trituran y luego son llevadas a entre 900º y 1200º. Estas
rocas deben estar exentas de SiO2, AlO3 y MgO, ya que provocarían
diferentes problemas en el resultado final, como grietas,
desprendimientos, pulverizaciones...
Durante este proceso el dióxido de carbono es
separado de las rocas obteniendo Óxido cálcico o “cal viva”.
CO3Ca + Calor
............................................ CO2 + CaO
Los resultados varían dependiendo de diferentes
factores. Pueden ser cales aéreas, es decir, que fraguan o endurecen
en contacto con el aire. Dentro de estas, pueden provenir de calizas
muy puras y son denominadas cales grasas, o de calizas con más de un
6% de impurezas, llamadas cales magras o grises. También existe otro
tipo de cales que son las que se designan como cales hidráulicas,
ya que gracias a su contenido en arcillas tienen la capacidad de
fraguar en ambientes húmedos e incluso bajo el agua.
Una vez obtenemos la cal viva, se le añade agua
para provocar otra reacción química (este es el proceso de apagado
o azogado de la cal) que transforma el óxido cálcico en hidróxido
cálcico y además se produce calor.
CaO + H2O
............................................... Ca(OH)2 + calor
Este procedimiento se puede llevar a cabo de
diferentes maneras; por aspersión o al aire libre, proceso en el que
la cal viva es rociada con agua (aproximadamente 1/3 del peso de la
cal en agua) obteniendo una cal apagada en polvo que duplica su
tamaño original.
Otra posibilidad es la cal en pasta, que se obtiene
mezclando en estanques o bidones la cal viva con entre una y dos
veces su peso de agua.
Tras cualquiera de estas dos operaciones, se deja
reposar alrededor de un año la pasta o polvo, cubriéndola con arena
para evitar su contacto con el aire y la humedad, con el fin de
eliminar los caliches o partes de cal no apagada que estropearían el
resultado final.
Una vez lista la cal, se prepara una pasta con agua
que endurece al absorber el dióxido de carbono del aire
(carbonatación), regresando a su estado primitivo, el del carbonato
cálcico.
Ca(OH)2 + CO2
.......................................... CaCO3 + H2O
El agua utilizada en la mezcla se evapora o es
absorbida por el muro y el resultado es un revestimiento mural de
gran consistencia y durabilidad.
El principal problema de la cal es la retracción,
es decir la pérdida de volumen durante el fraguado. Para evitar las
grietas, desprendimientos y demás defectos que se producen por la
retracción, se utiliza la cal en conjunto con elementos inertes
como arena, trozos de ladrillo, paja... cuya principal función es la
de relleno. Estos materiales son denominados áridos.
Los áridos pueden ser naturales o artificiales,
siendo más convenientes los segundos que presentan aristas que
mejoran la unión de diferentes morteros, gracias a no estar
sometidos a los agentes ambientales y por tanto a la erosión.
La elección de uno u otro árido depende además de
su buen funcionamiento, de factores culturales y tradicionales. Así
en Barcelona es común que se utilice el polvo de mármol, mientras
que en Segovia se suele emplear una mezcla de arena de rió y de mina
tamizada.
Los áridos en el
caso del esgrafiado, provienen de la desintegración de las piedras,
por lo que pueden ser de diferentes tamaños:
Áridos gruesos: entre
320 mm y 5 mm (grava, gravilla, garbancillo...)
Áridos finos o arenas:
entre 5mm y 0.04 mm (arena, polvo, limo, coloide...)
Los áridos tienen
diversa procedencia; los áridos de mina y de río son ideales para
los diferentes morteros y suelen ser utilizados por separado o a la
vez. Otra procedencia puede ser la de costa, duna o playa, pero éstas
contienen sales que reaccionan con la cal y hacen que surjan
problemas. Además, los áridos también tienen diferentes
composiciones químicas que dependen fundamentalmente de la roca
madre de donde proceden y que aportan diferentes características al
mortero.
Silicios: Dureza y
estabilidad química, tienen un gran contenido de cuarzo.
Silicatos: Provienen de
rocas feldespáticas.
Calizos: Su origen se
encuentra en las rocas calizas como el mármol y son de un color
blanco muy puro.
Arcillosos: Son áridos
silicios y silicatados contaminados con arcillas, que no son
utilizables en los revocos ya que la arcilla produce grietas en el
resultado final.
Margosos: Áridos calizos
contaminados por arcilla que tampoco son utilizables en los revocos.
Puzolánicos: de origen
volcánico. Muy utilizados en Italia.
La importancia de utilizar una cal bien elaborada y un árido que no reaccione con ésta es de vital importancia, como lo es también la elección del agua con el que realizaremos la mezcla, que debe reunir también ciertas características.
El agua del mortero debe ser potable, carente
de sulfatos y cloruros o sales solubles que reaccionan con la cal. Es
completamente desaconsejable la utilización de aguas ácidas cuyo PH
sea menor de 5, así como el agua estancada que contiene sustancias
orgánicas que contaminan el mortero o el que contenga hidratos de
carbono.
Un exceso de agua aumenta la porosidad provocando
una menor resistencia y permeabilidad del revoco además de un lento
fraguado que dificulta las siguientes labores. Para el lavado de los
esgrafiados y revocos se utiliza el agua denominada 3A que contiene
agua destilada, alcohol y amoniaco.
Los Pigmentos dotan de color al revoco. Puede
utilizarse cualquier pigmento, siendo más recomendables los
pigmentos inorgánicos. Además existe una serie de colores que no
pueden ser utilizados, ya que provocan reacciones químicas con la
cal y dañan el resultado final. Hay que tener en cuenta que el total
de pigmento en la mezcla nunca debe superar el 10%, y que es
conveniente teñir el agua y no el mortero ya preparado, para
disolver completamente el pigmento.
Incluyo a continuación una lista de los aditivos de
los que se tiene constancia históricamente y que han sido recogidos
en textos de arquitectos y artistas como Vitruvio y empleados en
diferentes edificios como la catedral de Rochester en la que se
utilizo sangre o en la de Ruen en la que se utilizo orina para
favorecer la cristalización y dotar al yeso de mayor resistencia. La
lista ha sido extraída del libro “Las artes de la cal”.
Bienvenido a la blogesfera, para mi demasiado técnico, porque de cerámica "na".
ResponderEliminarImagino que a las personas metidas en este mundo les resultará muy interesante y agradecerán toda la información tan amplia y bien explicada.
Saludos y ánimo.